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El ruido de los cañones son el efecto de una mente dormida – Despierta.

En pleno siglo de las luces, un pensador llamado Emmanuel Kant, ante la pregunta: ¿Qué es la ilustración? Reflexionaba que el ser humano se hallaba en una etapa pueril, en donde sus decisiones y acciones estaban orientada no por su capacidad para hacerse cargo de sí mismo, sino por la cobardía y la pereza manifiesta, con la que había creado para sí mismo, un estado de indigencia y esclavitud. Esta misma situación, que evoluciona hasta nuestros días, la vemos reflejada en nuestra cultura colombiana, cuando nuestra actitud de cobardía y pereza para hacer uso correcto de la razón y conducirnos a un tiempo de prosperidad y autonomía, impiden un nuevo estado de libertad cultural, prefiriendo seguir siendo arrastrados por tutores que nos conducen como ovejas al matadero para ser esquilados y sacrificados, alimentando sus propios deseos inconscientes, pero sofisticados de su mente dormida.

En los tiempos de Jesús de Nazareth, nos cuenta el evangelista Juan, el maestro de galilea, comentaba que los hombres prefirieron la oscuridad después de haber sido visitado por la luz. (Jn. 3,19; Is. 9,2; Ef.5,8; Mt, 4,16; Lc,1-79; Jn.8,12). Nos identificamos ante un estado de insomnio, en donde la mente permanece dormida, más aún, el espíritu también olvidado por el hombre de nuestra época, continúa encarcelado sin reconocer que ha llegado la hora de su nuevo nacimiento. En consecuencia, cuando no podemos distinguir que las decisiones y acciones que elegimos para expresar nuestra esencia conducen a la guerra, a las divisiones, los odios y la enajenación del otro en cualquier situación, refleja el estado de la mente dormida.

¿Cómo podemos iniciar entonces un despertar de la mente? Estamos en una situación apropiada de descontento interior en la cultura que propicia laactitud mayéutica, de donde deben originarse las preguntas correctas para hallar unnuevo significado de los acontecimientos. Por un lado, el descontento interior expresa la condición de la conciencia y el espíritu, y la actitud mayéutica, el estado racional de una mente despierta que reinterpreta la lógica creada por ella misma en el funcionamiento de la sociedad. De este modo, las afirmaciones hechas por Kant en la modernidad y Jesús de Nazareth en su época, comienzan a tomar sentido para un despertar de la mente en la cultura colombiana.

Los interrogantes adecuados, en las circunstancias correctas, y con la intención consciente, pueden generar los cambios que se necesitan para que toda una cultura al unísono, desate de una vez por todas, las cadenas de su propia esclavitud. Por esta razón, las preguntas cumplen un papel facilitador de los estados emocionales que generen una ruptura con la rutina cotidiana de indiferencia y pasividad; también crean una atmósfera de incertidumbre mágica en donde surgen las posibilidades de porvenir y creatividad, para darle paso a un modus vivendi que cobije a todos en estrechas relaciones políticas y fraternas.

En conclusión, siempre nos hallamos ante la posibilidad de crear el mejor de los mundos posibles en nuestro interior y exterior, porque una mente despierta – guiada por la claridad de la consciencia y la fuerza del espíritu, avivan uno de esos episodios Carpe Diem, en donde la humanidad en sus diferentes etapas históricas, aprovecha como oportunidad para generar las transformaciones que más tarde traen como consecuencia, tiempos de fortuna y progreso. Jamás abandonemos la esperanza de una restauración, de un nacimiento nuevo y de un despertar capaz de engendrar tiempos en donde el reino de los cielos sea visible, porque las tinieblas han sido disipadas con el resplandor de nuestra luz.

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